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Hoy no es el Día Internacional de la Luna

  Hoy no es el Día Internacional de la Luna. Alunizaciones de Moon Naciente. CORDONPRESS. Brentwood, Estados Unidos  National Geographic España Al final del camino Hoy he tenido un sueño en el que me veo a mí misma corriendo, sin pausa. Estoy atrapada en una carrera hacia el horizonte sin un punto de intersección entre la línea que traza mi mirada y la mancha roja de un sol que se oculta. La vida se me va en las palabras, en las hojas vacías del calendario. ¿Cuándo dejaré de escudriñar la realidad desde las rendijas semicerradas de mis ojos? Quiero detenerme a interrogar a esa luna que me espera al final de mi camino. Escribir en la luna (Yo no tengo coche) Hay noches en las que me encierro en la luna y empiezo a escribir de manera automática, como ahora. Es como si cogiera el coche por el mero placer de conducir, sin rumbo fijo, sin elegir destino. Donde la luna me lleve. Me detengo unos segundos y me concentro para inspirarme pero casi de inmediato decido que no, que no nece...
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SOY UNA PALABRA

 Rescato una historia en la que no muere nadie. Solo yo, un poco cada vez. Escribo y la realidad lucha contra este muro blanco: me pide que le preste atención,  pero yo solo pienso en las palabras. Ellas me hablan, me acarician, me acompañan,  me maltratan. Me atan. Me seducen. Me empujan a seguir escribiendo. Escribo... y soy una palabra. Una palabra sin fin, desmedida.  Escribo sola ante la pantalla y un teclado prematuramente envejecido. Moon Naciente

RARA FLOR

 La flor abrió sus pétalos, animada por la luz del sol que empezaba a acariciar con sus rayos las mañanas de aquel invierno tardío. Y fue entonces cuando se hizo el milagro: la corola se dividió en dos y cada mitad cobró vida. Con un suave aleteo al principio y una voluntad guiada por la determinación, los pétalos, ya separados del cáliz, echaron a volar.  La metamorfosis solo se da una vez en esta rara especie de flor invernal, nacida de la imaginación de un niño y de sus tizas de colores. Cuento de Moon Naciente Montaje de María Soraluce

Corazón hueco

  Todo cabe en un corazón hueco: La alegría, la miseria, el dolor, las miradas, los latidos, los pellizcos, la lluvia, las  tartas de cumpleaños, las margaritas, los maullidos, las cintas de terciopelo, los botones de una camisa, una "t" seguida de una "u", la soledad, la luz, una ola, una boca, un charco, un puente, una pestaña revoloteando, un diente de leche, una lágrima, un chupete, un tren, un acueducto, una piedra, una guitarra, una pluma, la bondad, la caricia, una nube, la sorpresa, la luna, el adiós... No me pintes lunas. No las quiero. No me sonrías y luego calles. Arráncame el corazón  de una mirada. Moon Naciente Diseño realizado con Canva IA

OTOÑEANDO

 Sí, el otoño llega en septiembre, después de los baños de agosto, tras las hordas de turistas y la invasión de los mosquitos. Sí, el otoño llega con el zumbar de las avispas, el aroma a buñuelo, el pecado de los huesos de santo, precursores   — buñuelos y huesos —  del cuento más cálido del año, aunque el frío azote y la nieve intente hacer acto de presencia. El otoño llega y con él, los versos mínimos de la caída de la hoja. HAIKU OTOÑO La luz decrece estío en retirada avanza el rayo. Fotografía de Jeremy Bishop OTOÑO Y FINAL Una lluvia intensa derramó sus lágrimas sobre los helechos. Las hojas alfombraron la tierra, la vida adormecida esperaba tu regreso. Aquella puerta jamás se abrió ni brotó humo de la chimenea. Y así fue como el otoño reunió para siempre la lluvia y el desconsuelo. Fotografía de Cosimo Antitomaso Moon Naciente 

MICROS SALVAJES

 Tres microrrelatos salvajes. Recordad que en un discurso  narrativo  no separar autor y voz está penado con la muerte. MICRO SALVAJE No tengo que someterme a psicoanálisis para saber que estoy sufriendo una fase  de hipersensibilidad reactiva nivel ocho. Espero que se me pase, tan solo necesito un bate de béisbol. VIDA FAMILIAR DE UN PSICÓPATA —¡Estoy harta de tener que pasar la fregona cada vez que te encaprichas de una  rubia! —Lo siento, mi amor. ¿Te acerco la lejía? Y AHORA LLÁMAME FEMINAZI  Primero los aturdía con un espray. Luego los violaba con una lima de hierro —de esas que se usaban antiguamente  en los mataderos—, provocándoles desgarros anales y perforaciones en el  intestino. Ninguno merecía sobrevivir. Ellas no lo habían cons e guido. Antes de desaparecer dejaba una nota firmada:  Némesis. (Nunca descubrieron mi identidad). Imagen IA  Moon Naciente

HAIKUS (I)

 En Los crímenes del café con leche, cuatro Haikus: naturaleza   y luna, de la mano. HAIKU  Nº1 Con fotografía de José Portela Campos un Haiku dedicado a la esperanza, que en ocasiones se siente "atada". Cerrada en verdes, la esperanza cautiva el aire añora. HAIKU Nº2 Moon Blanca corona   asomas solitaria, jardín urbano. HAIKU Nº 3 Con fotografía de Cosimo Antitomaso . Sueño profundo del pueblo entre montañas. Alba de luna. HAIKU Nº4 Foto de Sora Sagano en Unsplash Sol que se esconde, noche de luna llena, fin de la historia. Moon Naciente