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HAIKUS (3 )

La luna en mis haikus no es un mero objeto de evocación de la naturaleza, es mucho más: es fuerza, esencia, inspiración, identidad.  HAIKU Nº 9 Ígnea luna que conmueves las aguas, tu luz me aguarda. ultramundos | víctor m. alonso HAIKU Nº 10 Dame una luna que me deje sin habla pero con verso. Pedro Lastra en Unsplash HAIKU Nº 11 Te espero aquí a las diez de la luna, nuestra hora mágica. HAIKU Nº 12 Ninfa indolente en su menguante sueño,  mi amada luna. HAIKU Nº 13 Vago como Eros con los ojos vendados  pero sin flecha. Christian Schloe Txaro Cárdenas /  Moon Naciente HAIKUS (1) HAIKUS (2)
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HAIKUS (2)

Donostia, la ciudad vertical. El otoño, las bicicletas... Segunda entrada con mis haikus. HAIKU Nº 5 Tarde de otoño, la ciudad vertical ama el bullicio. Moon HAIKU Nº6 Por la mañana, leves gotas de lluvia. Isla entre brumas. Moon HAIKU Nº 7 Sol que adormeces  en silencio el columpio. Umbrío otoño. Foto de Jan Huber en Unsplash HAIKU Nº 8 Finas guirnaldas, gotas en blanco y negro, giro importuno. Si quieres leer más haikus, haz clic aquí  Txaro Cárdenas /  Moon Naciente

BIENVENIDA

Según la ONG Plataforma de la Infancia, en 2024, el 34 % de los niños y adolescentes españoles estaban en riesgo de pobreza y exclusión social. Víctimas de trata y abusos sexuales, utilizados para la mendicidad y explotados laboralmente, los niños y niñas siguen siendo el grupo más vulnerable.  Fotografía de Caroline Hernandez para Unsplash BIENVENIDA Despertó a la misma hora de siempre. Con los ojos entrecerrados, intentó concentrarse en los sonidos que le eran familiares antes de poner los pies en el suelo y entregarse a la rutina de todos los días. Pero aquella mañana las bocinas de los camiones de reparto habían enmudecido, tampoco podía escuchar el murmullo de las vecinas que salían a tender la primera colada o el griterío de los niños en la calle. En su lugar, el silencio, roto sólo por el trino de los pájaros, se apoderaba lentamente de la estancia junto con los primeros  rayos de sol. Recordó que ya no estaba en aquella ciudad, que ya no vivía con su padre, que ya no t...

LAS VIOLETAS

Escribí este relato inspirada en el tema Un ramito de violetas de Cecilia hace más de una década, en colaboración con la artista plástica y acuarelista Rosa Prat Yaque, que realizó la imagen de portada. Por aquella época yo era bastante novata en redes sociales... Algo de eso volqué en este relato. Este mes se cumplen cincuenta años de la trágica desaparición de Cecilia, valga esta republicación como homenaje. Diseño digital de Rosa Prat Yaque LAS VIOLETAS Ella Terminó de barrer la cocina. Se llevó una mano a la cabeza y sujetó un mechón rubio que insistía en explorar su mejilla mientras echaba una mirada furtiva hacia la luz que asomaba al fondo del pasillo. Allí, en la sala, absorto en la película de turno, se encontraba su marido. Aquel era su feudo, el lugar donde empleaba horas enteras de un tiempo libre que había desbaratado su rutina diaria. Antes de la jubilación fueron las prisas del día a día y su obsesiva dedicación al trabajo las que labraron entre ellos el silencio y la i...

Hoy no es el Día Internacional de la Luna

  Hoy no es el Día Internacional de la Luna Alunizaciones de Moon Naciente CORDONPRESS. Brentwood, Estados Unidos  National Geographic España Al final del camino Hoy he tenido un sueño en el que me veo a mí misma corriendo, sin pausa. Estoy atrapada en una carrera hacia el horizonte sin un punto de intersección entre la línea que traza mi mirada y la mancha roja de un sol que se oculta. La vida se me va en las palabras, en las hojas vacías del calendario. Quiero detenerme a interrogar a esa luna que me espera al final de mi camino. Escribir en la luna (Yo no tengo coche) Hay noches en las que me encierro en la luna y empiezo a escribir de manera automática, como ahora. Es como si cogiera el coche por el mero placer de conducir, sin rumbo fijo, sin elegir destino. Donde la luna me lleve. Me detengo unos segundos y me concentro para inspirarme, pero casi de inmediato decido que no, que no necesito de las musas, ni siquiera de esta luna en cuyas dependencias me aíslo tan a menudo...

SOY UNA PALABRA

 Rescato una historia en la que no muere nadie. Solo yo, un poco cada vez. Escribo y la realidad lucha contra este muro blanco: me pide que le preste atención,  pero yo solo pienso en las palabras. Ellas me hablan, me acarician, me acompañan,  me maltratan. Me atan. Me seducen. Me empujan a seguir escribiendo. Escribo... y soy una palabra. Una palabra sin fin, desmedida.  Escribo sola ante la pantalla y un teclado prematuramente envejecido. Moon Naciente

RARA FLOR

 La flor abrió sus pétalos, animada por la tímida luz del sol, que todavía acariciaba con sus rayos las mañanas de aquel invierno incipiente. Y fue entonces cuando se hizo el milagro: la corola se dividió en dos y cada mitad cobró vida. Con un suave aleteo al principio y una voluntad guiada por la determinación, los pétalos, ya separados del cáliz, echaron a volar.  La metamorfosis solo se da una vez en esta rara especie de flor invernal, nacida de la imaginación de un niño y de sus tizas de colores. Cuento de Moon Naciente Montaje de María Soraluce